CORCAS: nueva política para el Sahara occidental

Argelia hizo una declaración en cuanto a la cuestión del Sahara. El portavoz del ministerio de asuntos exteriores, afirmó un cierto número de contradicciones, de amalgamas y alegaciones engañosas.
Argelia pretende que el asunto del Sahara es un caso de descolonización. Una afirmación que se opone a la realidad.
Las Naciones Unidas no considera la cuestión del Sahara como un asunto de descolonización. Nunca ha sido así.
La descolonización del Sahara ha sido realizada en 1975 cuando España y Marruecos han firmado un convenio a este efecto, conforme a las relaciones históricas que han existido siempre entre los dos países.
El proceso de descolonización de los territorios marroquíes, que fueron bajo dominación española durante el período del protectorado, siempre se había desarrollado mediante la negociación.
Así, Marruecos ha recuperado la zona norte en 1956, Tánger en abril, Tarfaya y Tan Tan en 1958, Sidi Ifni en 1669 y el Sahara en 1975. Es lo que dice la historia.
El convenio que ha confirmado esta descolonización ha sido bien registrado en las Naciones Unidas.
El conflicto actual sobre el Sahara no tiene nada que ver con la descolonización. Se trata de un conflicto nacido del antiguo diferendo entre Marruecosy Argelia y los incesantes conflictos del momento, ínterárabes y africanos que derivan del contexto de la guerra fría. Hay que decirlo obviamente.
La ONU no considera el conflicto del Sahara  como un asunto de descolonización, pero más bien como un conflicto de orden político.
El hecho de que haya un alto el fuego y la presencia de un organismo de la ONU, como la MINURSO, que se ocupa de su vigilancia, no hace del Sahara un caso de descolonización.
Las Naciones Unidas están presentes en casos similares, como en Chipre, el Congo democrático, Liberia, Sierra León y en Haití.
La presencia de tropas unidenses no implica, entonces, un asunto de descolonización.
En lo que se refiere a la declaración de Argelia según la cual el Sahara es el último territorio colonial africano, pues se trata simplemente de una pura intoxicación y una mentira absoluta.
Argelia lamenta desesperadamente y incansablemente el plan Baker, a pesar del hecho de que este plan haya sido totalmente y definitivamente abandonado por el Consejo de Seguridad de la ONU y por el conjunto de la comunidad internacional.
A este respecto, el Consejo de seguridad ha solicitado a las partes encontrar una solución política, consensual, mutualmente aceptable.
Esta solución política, consensual, mutualmente aceptable no puede ser más que la autonomía en el marco de la soberanía del reino de Marruecos.
Es, en contestación a la comunidad internacional que Marruecos ha elaborado este proyecto, conforme a la legalidad internacional.
En cuanto a la afirmación de Argelia de que es fiel a sus convicciones, hay que decir que este país no cesa de sorprendernos por sus permanentes contradicciones.
Queremos recordar a Argelia que en el mes de septiembre de 2006, había dirigido un memorando sobre el Sahara a las Naciones Unidas en el que afirmaba en el párrafo 20 que: “Argelia se niega a participar en negociaciones sobre el Sahara occidental, ya que no tiene nada a reivindicar ni a acordar. El pueblo saharaui y su representante legítimo, el frente Polisario, son los únicos que tienen derecho decidir sobre el futuro del Sahara occidental, a través de un referéndum de autodeterminación libre, justo y sin obligaciones”.
¿Cómo puede ser, ahora, que Argelia permanece atada al plan Baker, a pesar de ser abandonado por el Consejo de seguridad de la ONU?
¿Cómo Argelia puede pasar por alto las reivindicaciones de la comunidad internacional que pide una solución política consensual y mutuamente aceptable?
¿Cómo Argelia, país atado a los principios y a la legalidad internacional, según dice, considera tan sola que el Polisario es el único y legítimo representante del pueblo saharaui?
¿Cómo este país, aplicado al derecho a la autodeterminación, según afirma, se permitió violar este mismo derecho reconociendo una entidad llamada “RASD”, que abrita y financia en su propio territorio, y decidir el resultado del referéndum por anticipación?
En fin, ¡Cómo sucede por fin que Argelia que declara con pelos y señales y por escrito a las Naciones unidas que no tiene que reivindicar nada y conceder nada!
¿Cómo puede ser, por fin, que Argelia que declara por escrito a las Naciones Unidas que no tiene nada a reivindicar y nada a acordar, se permite oponerse a la solución justa y honorable solicitada por la Comunidad internacional, especialmente por el Consejo de seguridad y sus miembros?   
Argelia, país vecino y hermano, tiene que abandonar sus ilusiones del pasado y sus alegaciones, que ya no convencen a nadie, para comprometerse sinceramente en la vía de la concordia y el pragmatismo y no oponerse más ni obstaculizar los esfuerzos de la comunidad internacional, representados por el Consejo de seguridad de la ONU en sus esfuerzos para encontrar una solución política, justa y honorable a la cuestión del Sahara.
Todos los países del mundo han pedido a Marruecos comprometerse con la vía de la autonomía para hace salir el conflicto del impasse en que se encuentra.
Esperamos que la ayuda que Argelia quiere presentar sea realmente positiva, constructiva y real y que no sea tan solo un doble lenguaje.
En el último párrafo de la declaración del portavoz del ministerio de asuntos exteriores argelino, este país había afirmado que: “Argelia sigue ayudando a las Naciones Unidas y a su secretario general, Sr. Ban Ki-Moon, en sus esfuerzos para llegar a una solución definitiva para la cuestión del Sahara occidental”.
Si es el caso, seremos los primeros felicitarnos y a felicitar a los pueblos de la Unión del Magreb Árabe (UMA).

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